GRACIAS
POR EL RECUERDO 98
Por
Toño Carrizosa
ALGUNOS
LOCUTORES QUE GRABARON DISCOS 1ra parte
La voz de nuestros locutores de radio a veces encanta tanto, que les
llaman de las compañías discográficas para grabar un disco y probar suerte como
declamadores. Estos son algunos de los que pudimos recordar que sabemos
grabaron sus propios discos.
Humberto G. Tamayo. Fue locutor de la W hasta el
día de su fallecimiento. Hizo el programa de tv EL PROGRAMA DE UN SOLO HOMBRE
en donde a base de improvisaciones, mantenía a la gente entretenida. Grabó un
disco al que tituló TAMAYADAS.
Manuel
Bernal “Tío Polito”. Fue conocido por ser “el primer tío de los niños”. Su voz
era extraordinaria y grabó varios discos de declamaciones así como la famosa
caja de cuentos de Cri Crí con la cual crecieron más de 7 generaciones de
niños.
Jorge
Gutiérrez Zamora, en la década de los años 60, fue locutor de Radio Mil y se
hizo más popular cuando grabó EL AMULETO versión al español de su ídolo Elvis
Presley. Por si fuera poco, en la década de los años 70 grabó un Lp completo de
LA CALACA, del cual es tan simpática la historia que en otra ocasión le
dedicaremos una columna completa.
Paco
Stanley era tan juguetón y bromista, que cuando nos dijo un día que iba a
grabar un disco de poemas la verdad, nunca se lo creímos. Pero lo hizo en la
marca Ramex. Al poco tiempo firmó con
discos Melody en donde continuó con tres discos más de poemas románticos, con
arreglos musicales de Julio Jaramillo.
A
principios de los años, 80, salió a la venta un disco de verdad excepcional.
Víctor Manuel Barrios Mata. Grababa un disco de poemas enviados por el público
dentro del programa LA HORA DE LOS NOVIOS. Este excepcional locutor interviene
también en la grabación del disco de Cantinflas.
Fue
por esas fechas que el programa BATAS PIJAMAS Y PANTUNFLAS que habían creado
Sergio Rod y Bolívar Domínguez tenía una audiencia tan grande, que todas las
bromas que se hacían entre ellos y los chistes que contaban, nos tenían muertos
de risa. Lo que llamaba la atención era cuando cantaban LAS MAÑANITAS dedicadas
a quien se las pedía en estilo ranchero, rockero y tomaban música de canciones
populares y le montaban la letra de felicitación. Se hizo tan atractivo que grabaron
su propio disco. Sergio también compuso canciones siendo GORDITA un rock and
roll que le grabaron Los Rippers.
Fue
en la década de los 70 cuando la varonil voz de Roberto Armendáriz nos llamaba
la atención con pequeñas cápsulas de reflexión tituladas HABLEMOS DE… original
de Lino Monti. Cuando Roberto Armendáriz grabó dos discos con estas cápsulas
nos enteramos que Lino Monti era en realidad el programador de la radiodifusora
a la que pertenecía Armendáriz, el admirable Ramiro Garza.
Ramiro
Garza por su parte, considerado uno de los que más aportaron para que la radio
se modernizara desde finales de los años 50 y que con su programación
estableció el rock and roll en la radio, ha sido programador, locutor y
conferencista de comunicación. Ya grabó varios discos con sus poesías y sus
reflexiones.
Una
escuela que ha seguido muy de cerca Jorge Manuel Hernández, es la de su mentor
y amigo Ramiro Garza, de ahí que Jorge Manuel haya grabado un par de discos con
poesía universal.
Continúa…
Arte y diseño Guillermo Márquez
UN ABRAZO TOÑO, BIEN POR ESOS COMENTARIOS
ResponderEliminarGracias por tus letras amigo Enrique Galicia, estoy para servirte
ResponderEliminarFelicidades Toñito, buena reseña, bro!
ResponderEliminarFelicidades mi buen Toñito una gran reseña,una pregunta sabras donde puedo conseguir el disco de poemas de Victor Manuel Barrios Mata te lo agradecere mucho gracias
ResponderEliminarExcelentes memorias que deben ser transmitidas como un gran legado de generaciones afortunadas de locutores en la historia de México. Gracias por compartirlas
ResponderEliminarTambién deseo compartir que el incomparable Héctor Martínez Serrano, quien ha grabado varios discos de poemas. Saludos
ResponderEliminarEl disco de Humberto G. Tamayo se llamo "Tamayogramas". Editó en 1965 en discos Cisne. Hace unos meses me encontré una copia, autografiada por él, en un tianguis de Hermosillo, Sonora.
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