GRACIAS POR EL RECUERDO 111


Por Toño Carrizosa


RECUERDOS DE 3 ROCANROLEROS  QUE  VISITARON  MÈXICO.

Los rocanroleros que formaron parte de la esencia musical moderna de EUA, sí tuvieron la oportunidad de venir a México y presentarse ante el público azteca para escuchar de su propio talento las canciones que ya eran legendarias de tanto escucharse en la radio y los discos.

Este es un brevísimo recuento de 3 de los más grandes rocanroleros que estuvieron en nuestro país.

Chuck Berry cuando actuó ante el público mexicano fue en el Auditorio Nacional, mismo que se vio repleto de un público de todas las edades que estaba deseoso de escuchar sus rocanroles, aunque otros  preferían algún blues. Esto sucedió por 1969, aproximadamente si mal no me equivoco. El genial norteamericano se vio rodeado de los integrantes de rock más importantes en ese momento de nuestro país que lo acompañaron haciendo un palomazo de primer nivel.

O eso parecía, porque a la primera oportunidad en un “solo” de su guitarra, Berry volteaba le hacía la seña al requintista que estaba haciendo mucha floritura en sus requinteos cuando debía ser algo sencillo.

La canción seguía y Chuck Berry le seguía haciendo señas al requintista que estaba muy concentrado en sus pisadas de la guitarra cuando de buenas a primeras, Chuck dejó de tocar, se dirigió al músico ¡y le desconectó la guitarra! La estrella del rock and roll le dijo que no era necesario hacer requinteos tan exagerados en sus canciones porque todas deben ser tocadas de una manera natural. Esto no debemos considerarlo una ofensa al rocanrolero mexicano si tomamos en cuenta que ya en una gira por Europa, Berry le hizo lo mismo a Keith Richard, guitarrista de los Rolling Stones. 


Jerry Lee Lewis estuvo con el público azteca y tocó también en el Auditorio Nacional esto fue por 1991 y todos esperábamos la explosión rítmica en el piano, pero no interpretó ni GRANDES BOLAS DE FUEGO, ni BREATHLESS, ni CONFIDENTE DE SECUNDARIA ni ninguna de las canciones que lo hicieron pasar a la historia. Se dedicó a cantar temas country.

Lo simpático del caso es que entre canción y canción decía algo en inglés que no todos entendíamos y que luego me enteré solicitaba un simple vaso con agua. Pero nadie de la empresa lo atendió. Después de seguir cantando varios temas y de seguir solicitando un vaso con agua, terminó abruptamente la canción, cerró el piano, se levantó tirando el banco donde estaba sentado y se retiró del escenario molesto.

Eso bastó para que el público se sintiera satisfecho y aplaudiera a rabiar, como si esa acción semejara a lo que hace en la película biográfica de su persona GRANDES BOLAS DE FUEGO.


Cuando Little Richard estuvo en México, me parece que en 1969, ofreció una serie de conciertos en lugares de mucho postín y el gobierno del DF por medio de su regente solicitó a los empresarios que si había otorgado el permiso para que se presentara en nuestro país, era a cambio de ofrecer un concierto gratuito, por lo que escogieron La Alameda del centro de la ciudad.

Ese día, se interrumpió el tráfico de avenida Juárez, Avenida Hidalgo, Reforma, San Juan de Letrán (hoy Eje Central) y  hubo gente en casi todos los árboles hasta su punta más alta, en todas las azoteas de los edificios que rodean la Alameda y hubo quien tuvo la oportunidad de ver todo por quedar al frente del lugar por los hoteles que rodeaban ese enorme parque.

Dejaron destrozados todas las jardineras son embargo el público pudo disfrutar de un rocanrolero en su mejor momento como pocas veces lo ha hecho.

Sobra decir que el cantante de TUTTI FRUTTI estuvo de lo más emocionado de ver la respuesta del público, que estaba encaramado hasta en los postes de luz para admirar a su ídolo. Recordemos que por entonces no había infraestructura del espectáculo (conocimiento, backstage, ni cultural) tan avanzada como la que vivimos ahora.




Arte y diseño Guillermo Márquez



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